El Cámbrico es la primera etapa del Paleozoico. Comenzó hace aproximadamente 542 millones de años, con un evento conocido como “Explosión Cámbrica”.
Antes del Cámbrico, la vida se componía por organismos simples unicelulares y pluricelulares, entre los que se encontraban las algas, los protozoos, las bacterias y un sinfín de nombres de clases dentro de cada una de ellas.
Pero hace casi 540 millones de años, hubo un afloramiento en la vida animal.
Todo se volvió muy complejo, aparecieron pequeños invertebrados complejos como los Trilobites y los equinodermos (aunque son más antiguos, pero aquí comenzó su gran expansión), y además grandes invertebrados como el Anomalocaris.
Junto a estos invertebrados, aparecieron unos pequeños animales que serían el centro de atención durante los siguientes millones de años: los cordados.
Los cordados son una serie de animales que poseen en su estructura un cordón denominado notocorda que les aporta equilibrio y apoyo, aunque para ser un cordado debe poseer 4 características:
- Notocorda.
- Sistema nervioso dorsal.
- Faringe perforada.
- Cola post-anal.
Las 4 características aparecen en todos los cordados, entre los que se incluyen los vertebrados (aunque en la gran mayoría de ellos hay se observa la notocorda y la cola post-anal en desarrollo embrionario, no en estado adulto), pero no la poseen ninguno de los no-cordados o invertebrados.
Características de la Tierra en el Cámbrico
El planeta estaba constituido por un supercontinente denominado Rodinia. Este supercontinente es una especulación, ya que los restos encontrados indican su existencia, pero no hay muchos terrenos actuales suficientes como para describir la forma aproximada que tenía.
Se ha llegado a la conclusión que Rodinia constituía un terreno se centraba al sur del Ecuador, aunque poseía algunos territorios en el Hemisferio Norte.
Su fracturamiento comenzó en el Neoproterozoico, tras la primera gran glaciación del planeta en el Período Criogénico (hace 850 millones de años), y debido a la escasez de restos fósiles (ya que los fósiles con partes duras son del Cámbrico), no hay muchos datos.
Rodinia era, por tanto, un supercontinente fragmentado, pero sin vida en tierra, sino en mar.
La atmósfera aún no estaba preparada para albergar vida terrestre, era aún pobre en el oxígeno que los animales habían aprendido a usar, y tampoco había plantas que acelerasen la fotosíntesis.
El clima del Cámbrico era muy cálido, no había hielos en el planeta. Debido al descongelamiento del Criogénico, desaparecieron todos los hielos existentes en La Tierra y los niveles de agua marinos eran muy altos.
La Tierra era “más rápida”, ya que un día no duraba 24 horas como ahora sino aproximadamente 20’7 horas, lo que hacía que un año durase 424 días.
Explosión Cámbrica
La “Explosión o Radiación Cámbrica” ocurrió en el gran océano que conformaba La Tierra debido a un ambiente con gran cantidad de nutrientes que favorecía el crecimiento de cualquier ser vivo, y a una Tierra que había sufrido la mayor polución conocida de todos los tiempos: el oxígeno.
En sus comienzos La Tierra no tenía oxígeno como el gas que respiramos actualmente todos los animales, sino que estaba constituida por compuestos ricos en nitrógeno y azufre (la típica imagen de La Tierra llena de volcanes).
La aparición del oxígeno fue relativamente temprana en cuanto aparecieron las bacterias, ya que un grupo de éstas, las Cianobacterias, cogían compuestos formados por carbono y oxígeno y liberaban únicamente el oxigeno como desecho, es decir, realizaban la fotosíntesis.
Este oxígeno era un gas muy electropositivo, que permitía una cadena metabólica más larga y, por tanto, una mayor obtención de energía.
Los microorganismos pasaron de ser anaerobios a ser aerobios, posteriormente aprendieron a usar los recursos que les rodeaban mejor ya que tenían un compuesto que les aportaba mucha energía, y fueron cambiando y formando nuevas estructuras complejas que les permitieron formar animales.
Entre los cordados más importantes aparece Pikaia gracilens, el que podemos considerar el primer cordado y por tanto el primer pez de la historia, aunque también es de importancia el pez Haikouichthys, de similares características.
Estos peces eran agnatos, es decir, sin mandíbulas, y poseían una serie de músculos que recorrían todo el cuerpo denominados miotomos, que permitían impulsos similares a los peces actuales.
Entre los invertebrados, cabe destacar los artrópodos como los Trilobites, pero también habían braquiópodos y bivalvos similares a los actuales.
Fin del Cámbrico
El final del Cámbrico, hace aproximadamente 488 millones de años, se caracteriza por un descenso de las temperaturas de manera drástica, dando una de las peores glaciaciones ocurridas en el planeta ya que provocó la primera y una de las mayores extinciones de animales del planeta.
Este descenso de las temperaturas provocó congelamiento de la capa superficial y de varios metros de profundidad de los mares en varios puntos del planeta, principalmente en los polos.
La bajada de las temperaturas fue terrible para los animales de aguas cálidas, como muchos trilobites y los Anomalocaris, pero los trilobites consiguieron sobrevivir, aunque su extensión en el planeta nunca volvería a ser como en el Cámbrico.
La extinción masiva supone un punto negativo y otro positivo en la evolución de los animales: el negativo es la pérdida de éstos, pero el positivo es que quedan nichos libres para que los que sobrevivieron puedan ocuparlos y diferenciarse, evolucionar y obtener unos nuevos.
Estos nichos vacíos fueron favorables para los antepasados de los vertebrados, ya que aparecerían los primeros peces verdaderos en los próximos millones de años.
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