El Pérmico es la sexta y última etapa del Paleozoico. Comenzó hace aproximadamente 290 millones de años, con un aumento de temperatura global debido a la casi formación final de Pangea.
Características de la Tierra en el Pérmico
El planeta a inicios del Pérmico es muy diferente del de finales del mismo período. El Pérmico comienza con una temperatura un 20% más fría que la actual, pero aun así era cálido, mientras que a finales del Pérmico el planeta era muy árido, con una temperatura un 60% más cálida que la actual.
Este cambio de temperatura del inicio al fin del periodo pudo ser debido a la gran actividad sísmica y volcánica que afectaba al planeta.
El aumento de actividad volcánica ya venía predestinado cuando los continentes del Silúrico comenzaron a juntarse para formar Pangea, debido a una gran cantidad de movimientos de placas tectónicas que provocó la colisión de los continentes para su formación, y el movimiento de placas puede producir terremotos o erupciones volcánicas, lo que favoreció el cambio y la Gran Extinción Masiva del Pérmico.
Pangea se terminaría de formar a mediados-finales del Pérmico, constituida por un gran desierto central al cual solamente resistían las coníferas primitivas, líquenes y algunos tipos de helechos que soportaban los ambientes extremos. Aunque se había formado un continente macizo, al este quedaba una región que forma el océano Paleo-Tethys, que en el Triásico formaría el Océano Tethys.
Un día duraba aproximadamente 22’9 horas, y un año tardaba 398 días.
Vida vegetal en el Pérmico
Entre la vida vegetal no hay una aparición llamativa, las coníferas reinan debido a que pueden sobrevivir climas extremos tanto fríos como cálidos. Hay un descenso de los helechos, que en el Carbonífero constituían los únicos tipos arborescentes.
En el Pérmico desaparecen los grandes y densos bosques de coníferas, solamente quedan agrupaciones que rodean todo el globo pero sin formar bosques densos. No han desaparecido las formas arborescentes, solamente son menos frecuentes.
A medida que llegamos a la etapa final del Pérmico, las especies arborescentes comienzan a ser menos frecuentes, reduciéndose a arbustos con formas redondeadas para soportar mejor los climas cálidos extremos.
Animales del Pérmico
Entre los animales del Pérmico aparece un grupo que supondrá la base de los mamíferos: los pelicosaurios. Los pelicosaurios son los antecesores de los mamíferos, los primeros sinápsidos (una sola fosa temporal).
También aparecen los primeros ancestros de las tortugas, unos anápsidos (sin fosas temporales) pero que median cerca de los 1’5 metros de largo o incluso más, los famosos Scutosaurus.
Los pelicosaurios son también denominados reptiles-mamiferoides, debido a que ya poseían algunas características que los diferenciaba de los reptiles y los acercaba a los mamíferos.
Entre ellas, la posesión de una única fosa temporal en el cráneo (característica de mamíferos), también comenzaron a desarrollar unos dientes especializados como los caninos e incisivos, y se piensa que ya podían regular su temperatura corporal.
Entre los pelicosaurios aparecen especies herbívoras como el Edaphosaurus, y carnívoros como el Dimetrodon o el Secodontosaurus, ambos con la característica vela dorsal que resultaba ser una expansión de su columna vertebral, y que se piensa que tuvo que ver con la regulación de la temperatura corporal o con la atracción del sexo opuesto.
Pero también había especies que no poseían esa aleta dorsal tan llamativa, como el Sphenacodon que solamente poseía una pequeña extensión de las espinas dorsales para, se cree, sujeción de unos poderosos músculos.
Mientras que al principio del Pérmico reinan los pelicosaurios como el Gorgonopsido, a finales del Pérmico reinan sus descendientes, los terápsidos. Estos reptiles-mamiferoides se asemejan más a los actuales mamíferos, no porque hayan perdido la vela dorsal, sino por otros rasgos como su locomoción.
La locomoción supuso un gran avance, ya que pasaron del movimiento de reptil de tener que doblar parte de su cuerpo para poder avanzar las patas traseras, a una locomoción en que las patas se encontraban por debajo del cuerpo y podían dar largas zancadas.
Además de la locomoción, estos animales pudieron haber desarrollado un pelo primitivo para una mejor regulación corporal debido al tiempo extremo, y también el desarrollo de glándulas sudoríparas para poder enfriar el cuerpo en los momentos más cálidos del día.
Pero no solamente estaba formada por gigantes, otros animales más pequeños también constituían el grupo de reptiles-mamiferoides de finales del Pérmico como los Difinodons.
Estos pequeños animales de aproximadamente medio metro de longitud eran unos herbívoros con una especie de pico y 2 colmillos que constituyeron uno de los pocos grupos que sobrevivieron a la Gran Extinción, proporcionando una base de nuevo comienzo tras el fin del Pérmico.
Final del Pérmico
El Pérmico finalizó hace 255-250 millones de años.
Hay una especulación en cuanto a cuándo acabó, ya que varios grupos piensan que fue una causa única como la actividad volcánica lo que causó la mayor de las extinciones masivas de La Tierra, mientras que otros piensan que fueron una serie de acontecimientos que se fueron acumulando y provocaron esa extinción masiva, que no duró poco sino que tardó millones de años en terminar con la vida.
Tras la gran extinción, La Tierra se reconstruyó con unas pocas especies. Entre ellas, coníferas que habían resistido gracias a sus resistentes semillas que podían soportar condiciones adversas que el árbol adulto no podía, permitiendo la formación de nuevos y bastos bosques de coníferas para sustento de los nuevos herbívoros.
Con el Pérmico se finaliza la primera era de animales que recorrieron el planeta Tierra, se finaliza el Paleozoico, y se da comienzo a una nueva era de gigantes, al Mesozoico o también conocido como “Era de los Dinosaurios”.
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