El Tarbosaurus habitó en nuestro planeta hace unos 70 millones de años, durante el gran período Cretácico, ejemplar que además de ello fue considerado como un verdadero terópodo tiranosáurido.
Su ambiente natural se encuentra situado en el continente asiático, en Mongolia, aunque también se encontraron otro grupo de estructuras incompletas en China.
Fascinante… ¿verdad? Pues esto sólo es un breve resumen de toda la información del Tarbosaurus que tenemos en nuestra web. ¡Sigue leyendo y descúbrelo todo acerca de este dinosaurio del cretácico!
Taxonomía del Tarbosaurus
La taxonomía se encarga de clasificar a los organismos en función de las relaciones filogenéticas, de proximidad «familiar», que tengan entre sí. En el caso de esta soberbia criatura, su taxonomía se describe a continuación:
Reino | División | Clase | Orden | Superorden | Infraorden | Familia |
Animalia | Chordata | Sauropsida | Saurischia | Dinosauria | Theropoda | Tyrannosauridae |
- Se encuentra dentro del Reino Animalia
- Filo o división: Chordata
- Dentro de la Clase Sauropsida
- Pertenece a la Superorden Dinosauria
- Dentro de la Orden Saurischia
- Pertenece a la Infraorden Theropoda
- Dentro de la Familia Tyrannosauridae
- Pertenece al Género Tarbosaurus
Historia del Tarbosaurus
Su denominación quiere decir en realidad “reptil alarmante”, y en el mundo de la Paleontología solo se reconoce de modo oficial una especie, el ejemplar denominado como Tarbosaurus bataar.
Mientras tanto, aún subsiste un fuerte debate entre los más prestigiosos científicos, ya que un grupo de ellos afirma con total seguridad de que en realidad el género Tarbosaurus es inexistente, debido a que se trata en realidad de un ejemplar que pertenece al Tyrannosaurus, pero por otro lado, existe otro grupo no menor de investigadores que tratan de desmentir esta teoría, por lo que hay opiniones opuestas que conllevan al estudio del animal.
Por otro lado, también existe otro ejemplar que podría ser el pariente directo del dinosaurio protagonista de este artículo, este nuevo ejemplar recibió la denominación oficial de Alioramus, el cual también fue hallado en una región perteneciente al país de Mongolia.
Tal como sucedió con otros ejemplares colocados dentro de la rama de los tiranosáuridos, el Tarbosaurus resultó ser un depredador de enormes dimensiones que poseía unas extremidades anteriores de pequeña envergadura y que no habrían podido ser usadas en la lucha.
Por otro lado podemos observar que las extremidades de la zona superior eran pequeñas incluso dentro de los tiranosáuridos, esto quiere decir, que el Tarbosaurus contaba con unos brazos realmente diminutos, los cuales además contaban con solo un par de dedos no tan resistentes ni sólidos.
Este ejemplar desarrolló su existencia en unas condiciones climáticas muy favorables, de hecho las lluvias y el ambiente húmedo era lo más común de su entorno, además de ello, se puede llegar a presumir que era el animal que daba caza a otros enormes ejemplares herbívoros e incluso a diversos especímenes como el enorme Saurolophus.
Sin dejar de mencionar que otra de sus víctimas pudo haber sido el Nemegtosaurus, un realmente gigantesco saurópodo de aquella época.
Toda esta riqueza fósil ha permitido que la comunidad científica dedicada de lleno a la Paleontología pueda averiguar todo tipo de datos y conocimientos sobre estos animales conocidos como Tarbosaurus.
Características del Tarbosaurus
En cuanto a los detalles físicos de este espécimen, podemos llegar a concluir que su longitud era de unos 12 metros, mientras que solo su altura era de unos 3 metros, sobre el peso del animal no podemos mencionar una cifra exacta debido a que no se ha publicado ningún tipo de dato sobre ello, pero se presume que no era mayor al peso del propio Tyrannosaurus, animal con el que siempre se le ha podido comparar debido a las grandes similitudes que poseen.
El cráneo de este animal pudo llegar a medir en total unos 130 centímetros de longitud, disfrutando de una dimensión mayor si le comparamos con los otros ejemplares colocados dentro de los tiranosáuridos, a excepción del imponente Tyrannosaurus.
Sobre la forma de dicho cráneo podemos decir que resultaba tener un espesor considerable, sobre todo en la zona posterior, de igual modo nos podemos percatar de que la zona trasera de dicho cráneo no era lo suficientemente extensa como para que la zona de los ojos se encuentre ubicada de igual forma que el propio Tyrannosaurus, esto seguramente le habría quitado al Tarbosaurus la opción de ver en forma de binocular.
De modo adicional, podemos observar la presencia de unas fenestras (huecos en el craneo), las cuales se encontraban situadas en el cráneo del Tarbosaurus y que pudieron tener la función de disminuir el gran peso que este ejemplar poseía.
Sobre los elementos dentales podemos decir que tenían un total de más de 60 dientes, los cuales eran mayor en cantidad si les comparamos con el número de dientes que el propio y enorme Tyrannosaurus poseía en la zona mandibular.
Además de ello, otros ejemplares como el Gorgosaurus o el Alioramus, poseían dentro de sus mandíbulas un mayor número de dientes, aunque estos eran mucho más pequeños en general.
El elemento dental más alongado se situaba precisamente en la zona en la que estaba el maxilar, diente que contaba con una corona cuya longitud era de exactamente unos 85 mm., muy similar que en otros ejemplares de su familia.
Esperamos que este artículo te haya resultado útil e interesante. Aquí nos despedimos pero antes de dejamos con un vídeo sobre el Tarbosaurus
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