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Avimimus: el gran imitador de la prehistoria

Nombre: Avimimus
Dieta: Herbívora
Peso: 20 kilogramos
Periodo: Cretácico Tardío
Encontrado en: Asia

El género Avimimus está representado por una única especie perteneciente al grupo de  los dinosaurios saurisquios terópodos avimímidos.

Este grupo habitó nuestro planeta en el Período Cretácico, hace aproximadamente 70 millones de años atrás, en el territorio que conocemos actualmente como Asia.

La primera descripción oficial de este animal prehistórico data del año 1981 y fue realizada por el doctor Sergi Kurzanov.

El nombre Avimimus proviene del latín y significa literalmente «imitador de aves», ya que su fisionomía recuerda a la de un ave actual, sin dejar de lado las características propias de un dinosaurio.

¿Quieres descubrir más acerca de este animal prehistórico? No dejes de leer este artículo donde encontrarás una amplia y detallada información sobre el Avimimus.

Taxonomía del Avimimus

Reino  Filo  Clase Superorden Orden Suborden Infraorden  Familia  Género  Especie
 Animalia  Chordata  Sauropsida  Dinosauria  Saurischia  Theropoda  Oviraptorosauria  Avimimidae  Avimimus  A. Portentosus

  • El espécimen perteneció al Reino Animalia.
  • El ejemplar se encontraba dentro del Filo o la División Chordata.
  • El Avimimus pertenecía a la clase Sauropsida.
  • Obviamente pertenecía al superorden Dinosauria.
  • Fue clasificado dentro del orden Saurischia.
  • El suborden en el que encontramos a Avimimus es Theropoda.
  • El infraorden al que perteneció es Oviraptorosauria.
  • Avimimus perteneció a la familia denominada Avimimidae.
  • El género al que hacemos referencia en este artículo es Avimimus.
  • Avimimus se representa únicamente por una especie, A. Portentosus.

Debemos mencionar que el hecho de que en la actualidad solopodamos determinar a A. Portentosus como la única especie representante del género Avimimus, lo cierto es que esto podría cambiar en cualquier momento si se encuentra una nueva especie que pueda ser clasificada dentro del mismo género.

No debemos confundir que únicamente se haya encontrado una especie con el hecho de poder afirmar rotundamente que no existieran más, ya que el hallazgo de nuevos fósiles podría cambiar el número de especies pertenecientes al género.

Por lo tanto desde esta plataforma haremos todo lo posible para mantener actualizada la taxonomía de este peculiar dinosaurio.

Características de este dinosaurio

Es conveniente empezar la descripción de este dinosaurio fijándonos en una de las estructuras más importantes de las que disponía, el cráneo.

Sobre  su cráneo podemos afirmar que era muy pequeño en comparación con el  resto del cuerpo. No obstante, el tamaño del cerebro presentaba una situación inversa.

Para explicarlo  en otras palabras más esclarecedoras podemos decir que  el cerebro disfrutaba de una dimensión bastante decente si lo comparamos con otros ejemplares de dimensiones similares.

De modo adicional podemos decir que este espécimen presentaba unas fosas oculares en las que se situaban los ojos, que eran de un gran tamaño en comparación con la estructura total del cráneo.

Así mismo, los elementos óseos que tenían la principal función de brindar defensa y protección a la zona en la que estaría situado el encéfalo, eran también de un gran tamaño, es decir, tenía un grueso cráneo.

Por todos estos detalles es que a este animal se le conoce y reconoce el gran tamaño del órgano cerebral que presentaba con respecto al resto de su anatomía y ejemplares de otra especie.

¿Sabías qué?...
Las dimensiones de este animal no eran demasiado grandes, pero no por ello deja de ser un animal digno e interesante de estudiar y de analizar.

Contando con ejemplares de cerca de casi medio metro de altura y otros de un metro, y con una longitud cercana  a los 160 centímetros.

Por otro lado, existe una depresión  anatómica que científicamente se conoce bajo el nombre de foramen magnum, una estructura vacía que permitiría que la médula espinal pudiera conectar con el cerebro.

Dicha depresión poseía una gran dimensión según los últimos estudios efectuadosya que en paleontología un descubrimiento no implica el cese de una investigación sino que potencia la misma.

Además de ello se ha podido determinar que lo que se conoce como cóndilo (parte que redondeaba la zona más distal del cráneo), era de menor magnitud, por lo que dicho detalle llega a revelar que el cráneo en su totalidad no podría haber sido de un tamaño considerable.

Descripción del Avimimus

Algo totalmente diferente sucedía con la zona del cuello, el cual era bastante prolongado y sumamente ágil, cuello que se encontraba conformado por elementos vertebrales prolongados.

A través de estudios comparativos se ha podido establecer que estos elementos eran mucho más prolongados que las vértebras de otros ejemplares que también se encuentran dentro de los oviraptorosaurianos.

Una diferencia que este animal tenía con otros ejemplares ubicados dentro de los denominados oviraptóridos e incluso con otros animales conocidos como cenagnátidos (otra familia de oviraptóridos que resulta ser un tanto diferente), es que los Avimimus no presentaban las famosas aberturas que se localizaban en el área posterior de los elementos vertebrales.

Estas aberturas en realidad servían para formar estructuras denominadas como sacos aéreosPor lo que dicho detalle nos da a conocer que el dinosaurio protagonista de este artículo resulta ser de una antigüedad mucho mayor que el resto de ejemplares del mismo grupo.

Una cualidad que este animal posee y que es similar a la de los animales que hoy en día conocemos como aves, es que los elementos óseos que conforman la estructura de sus patas delanteras, es que se encuentran totalmente vinculados o fusionados, pareciendo que se tratase de un solo hueso.

Además de ello podemos observar la presencia de un canto precisamente en el propio cúbito, el cual fue catalogado como elemento esencial para que las plumas se inserten según Kurzanov, un investigador de gran prestigio del siglo pasado y que como mencionábamos al inicio realizó la primera descripción oficial de Avimimus.

Dibujo de un Avimimus

Esta primera descripción también supuso que tres años antes de entrar en la década de 1990 el científico hiciera pública la noticia de su gran logro: encontrar una estructura denominada como quilla, una estructura única de las aves pero que aparecía dentro de la estructura ósea del animal Avimimus.

Mientras tanto, otro paleontólogo llamado Chiappe se encargó de informar a toda la comunidad científica de que este animal presentaba unos elementos denominados como topetones, precisamente en el hueso que habíamos mencionado, en el cúbito, a pesar de que no pudo dar a conocer la verdadera función de dicho elemento.

Sobre el mismo asunto, Kurzanov se aventuró en afirmar que probablemente dicha estructura se encontraba diseñada de tal manera con la función de propiciar de alguna forma el vuelo del dinosaurio protagonista de este artículo.

No obstante esta afirmación sobrepasa lo real y entra en el terreno de las suposiciones, ya que es algo que aún no se ha podido comprobar ni negar de forma fehaciente, siendo este el suceso que acompaña a todas las teorías.

Esta teoría ha llevado a un gran número de investigadores a admitir que el animal podría haber presentado plumas, pero son esos mismos investigadores los que niegan  la posibilidad de que el ejemplar hubiera tenido la facultad de volar.

Por lo tanto este aspecto aún está muy lejos de ser comprobado de modo científico y mientras tanto, las múltiples controversias tienen cabida en este debate paleontológico.

¿Sabías qué?...
Además de ello, lo que conocemos hoy en día como ilion, se encontraba dispuesto de un modo totalmente horizontal, a diferencia de otros ejemplares similares con los que se le suele comparar. Por la disposición del ilion se puede observar que las caderas de esta criatura eran realmente extensas, un detalle que como ya mencionamos, le brindaba un rasgo diferenciador.

Debido a la estructura que este animal tenía en las extremidades que comúnmente se conocen como piernas, este dinosaurio era muy veloz posiblemente, y usaba dicha velocidad tanto para  dar caza a otros ejemplares de menor tamaño como para poder huir cuando el momento así lo precisaba.

Se cree que era un gran y veloz corredor, no solo por el tamaño de sus extremidades sino por el detalle que poseía ,unos elementos denominados como espinillas.

Estos elementos también disfrutaban de una longitud considerable si lo comparamos con el resto de la estructura, la cual conocemos como muslos. Esta característica se presentaba de forma bastante frecuente en animales que poseían una gran velocidad y agilidad al desplazarse.

El Avimimus y su alimentación

Este misterioso espécimen no presentaba una estructura dental en realidad, lo que si poseía era una estructura muy similar a la de los picos de los loros.

Este fenómeno también sucedía en otros ejemplares similares, entre los cuales podemos mencionar al Oviraptor, y por supuesto también a otras especies de la familia de Caenagnathidae.

¿Sabías qué?...

Es por esta cualidad que se presume de que el dinosaurio protagonista de este artículo pudo haber sido con gran probabilidad un verdadero herbívoro, es decir, basaba su dieta en el neto consumo de vegetales, no obstante, existe la posibilidad de que en realidad se alimentara de todo tipo de comida, no solo de vegetales, siendo un omnívoro.

Por una parte, Kurzanov sugiere y señala con total seguridad que este dinosaurio, Avimimus, en realidad era un neto cazador de insectos, que se dedicaba a rastrear de forma bastante veloz.

Se supone también que luego de capturarlos se decidía por devorarlos con mucho placer, opinión que es criticada por un grupo no menor de investigadores dedicados a la Paleontología.

Finalmente te dejamos con un resumen de los datos más importantes del Avimimus en formato de vídeo:

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