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Deinosuchus: Un cocodrilo a temer

Nombre: Deinosuchus
Dieta: Carnívora
Peso: 9 toneladas
Periodo: Cretácico Superior
Encontrado en: América del Norte

El género Deinosuchus agrupa a una serie de saurópsidos diápsidos del orden Crocodilia que vivieron durante el Período Cretácico hace aproximadamente 80 millones de años.

Su nombre significa «terrible cocodrilo», y llegó a medir 15 metros de lontigud y pesar más de 9 toneladas, lo que lo convierte en uno de los mayores cocodrilos que haya existido jamás en la Tierra.

Estas dimensiones son capaces de dejar pequeño al mayor de los cocodrilos actuales, y solamente sobrepasado en tamaño por el Purusaurus.

Deinosuchus vivió en la actual Norteamérica, y parece ser que pudo haber compartido territorio con el Tyrannosaurus rex, al cual parece ser que no habría temido y lo habría enfrentado directamente.

A parte del T.rex, este cocodrilo pudo cazar casi cualquier dinosaurio sediento que se acercase a una orilla a beber un poco y no advirtiera al Deinosuchus acechante desde las profundidades.

¿Quieres descubrir más acerca de este extinto y feroz reptil del Cretácico? Entonces no dejes de leer este artículo donde te mostramos una amplia y detallada información sobre el Deinosuchus.

Taxonomía del Deinosuchus

 Reino Filo Clase Orden  Suborden Superfamilia Género
 Animalia  Chordata  Sauropsida  Crocodilia  Eusichia  Alligatoroidea  Deinosuchus
  • Este ejemplar pertenece al Reino Animalia.
  • El Filo de este ejemplar es Chordata.
  • La Clase de esta criatura es la de Sauropsida.
  • El Orden de este animal es el de Crocodilia.
  • El Suborden de este ejemplar es el de Eusuchia.
  • La Superfamilia del ejemplar es Alligatoroidea.
  • El Género al que estamos haciendo referencia en este artículo es Deinosuchus.

La especie tipo, en base a la cual se realizó toda la descripción científica de la que disponemos en la actualidad, es denominada como D. rugosus, no obstante se estima que existió otra especie dentro del mismo género, llamada D. riograndesis.

Descubrimiento e historia de este reptil prehistórico

Fue precisamente en 1858 cuando un científico, Ebenezer Emmons, quien además goza de ser un exitoso geólogo, logró realizar la reseña de dos elementos dentales de grandes dimensiones, los cuales se encontraban totalmente fosilizados.

Dichos vestigios fósiles fueron hallados en el Condado de Bladen, en la zona norte del continente americano, precisamente en el estado de Carolina del Norte.

Debido a esa reseña realizada por este gran investigador, estos elementos dentales fueron asignados a un ejemplar conocido de forma oficial como Polyptychodon, debido a que se pensaba que este animal era en realidad un reptil crocodiliano.

Luego de un tiempo se llegaron a obtener una serie de descubrimientos que dieron a conocer la equivocación que se había cometido en cuanto a asignar al Polyptychodon dentro del grupo de los reptiles crocodilianos, cuando este en realidad debería ser colocado dentro de los pliosáuridos, un grupo de animales marinos que también eran reptiles.

Estos elementos dentales que fueron encontrados por el geólogo, eran en realidad de una contextura gruesa, y presentaban una serie de curvas en su diseño, además de ello se encontraban totalmente recubiertos de un material conocido como esmalte.

Sin embargo, fue al cabo de un tiempo que finalmente estos elementos dentales fueron asignados al cocodrilo protagonista de este artículo, luego de muchos errores y equivocaciones.

Otro diente también pudo ser hallado en un condado conocido bajo el nombre de Sampson, un condado que también resultaba próximo al lugar del primer hallazgo, pero en esta ocasión sería el propio Edward Drinker Cope quien se encargó de brindarle su nombre oficial, en el año 1869.

Luego de más de treinta años, se empezaron a encontrar un conjunto de vestigios fósiles en un lugar conocido bajo el nombre de Willon Creek, en la famosa ciudad de Montana, estos vestigios se trataban en realidad de osteodermos, y sus descubridores fueron John Bell Hatcher y Stanton.

Después de ello, los mismos científicos se encargaron de realizar el estudio y posterior análisis de estos vestigios encontrados, por lo que terminaron por asignar estos restos a un ejemplar conocido como Euoplocephalus, uno de los ejemplares que se encontraba colocado dentro del grupo de los anquilosáuridos.

Restos del Deinosuchus de la Formación Kaiparowits

No obstante, conforme las excavaciones seguían realizándose, se llegaron a encontrar más elementos fósiles, recordemos que fue Utterback quien se encargó de dirigir toda la operación.

Gracias a estas excavaciones es que lograron encontrase más vestigios que pudieron ser analizados luego, y debido a estos posteriores estudios  se pudo demostrar de forma fehaciente que los vestigios no pertenecían a ningún tipo de dinosaurio.

Los científicos llegaron entonces a la conclusión de que de hecho estos vestigios debían ser asignados a un reptil crocodiliano, demostrando que los científicos anteriormente mencionados se encontraban muy equivocados.

Bajo este nuevo descubrimiento y los nuevos datos arrojados por los estudios, el encargado de las excavaciones pensó que se trataba de otro animal que no resultaba de su interés, debido a ello decidió abandonar la operación.

No obstante, fue un colega de Hatcher, Holland,  quién retomó el trabajo de estudiar e investigar todo lo concerniente a los restos encontrados, y se encargó de realizar la respectiva descripción, siempre pendiente de no cometer un error al asignar estos fósiles dentro de una determinada especie.

Gracias a esto se pudieron colocar a estos vestigios dentro del género del Deinosuchus , aunque curiosamente su descubridor afirmó que inicialmente no tenía ningún tipo de interés en este espécimen, todo ello se llevó a cabo en 1909.

Una estructura que se pudo encontrar fue la de un cráneo incompleto, la cual por fortuna se pudo reconstruir de forma exitosa y  es por ello que en la actualidad se encuentra a la vista de todo el público en uno de los museos más importantes de los Estados Unidos, el famoso Museo de Historia Natural.

Restos reconstruidos se encuentran en ese lugar desde hace más de 50 años, y se presume que dicho museo contiene el mejor registro fósil del ejemplar protagonista de hoy.

Debemos aclarar que las partes oscuras que podemos ver en los elementos fósiles son los vestigios legítimos, mientras que las zonas que vemos que tienen un color claro, son las zonas que han sido reconstruidas y en las que se ha utilizado el material conocido como yeso para tal fin.

Esta ficha sobre el Deinosuchus llegó a su fin, ya que de momento no  nos queda nada más que contar acerca de este género, aún así, todavía queda un recopilatorio de información… Finalmente te dejamos con un interesante  vídeo sobre el  Deinosuchus a continuación:

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