Uno de los grandes dinosaurios del Cretácico fue la especie Spinosaurus aegyptiacus, cuyo nombre significa “lagarto espinoso” debido a su gran aleta dorsal.
Aunque actualmente se han encontrado restos de una posible segunda especie, denominada Spinosaurus maroccanus, se piensa que ambas pueden pertenecer a la misma especie.
Al Spinosaurus se le conoce, en rasgos generales, como un terópodo semi-acuático, con un cráneo similar al de un cocodrilo y una gran vela dorsal.
Un gigantesco carnívoro todoterreno, aunque no siempre tuvo esta imagen, sobre todo cuando sus primeros restos fueron hallados.
ORDEN | Saurischia |
SUBORDEN | Theropoda |
INFRAORDEN | Tetanurae |
SUPERFAMILIA | Megalosauridea |
FAMILIA | Spinosauridae |
GÉNERO | Spinosaurus |
ESPECIE | Spinosaurus aegyptiacus |
Pero vamos a conocer con más detalle a este gigantesco animal.
Características del Spinosaurus
El Spinosaurus fue un terópodo que media entre 12 y 15 metros de longitud, aunque algunos científicos estiman que pudo llegar a medir los 18 metros y su peso estaría entre las 4 y 6 toneladas.
¡El Spinosaurus es más grande que el Tyranosaurus Rex!
Pero su principal y más llamativa característica es la aleta dorsal, con la que podía llegar a alcanzar una altura de hasta ¡4 metros!
¿Cómo eran sus patas?
Estudios de restos recientemente encontrados en Marruecos de un ejemplar de Spinosaurus indican que el terópodo poseía unas patas traseras más pequeñas de las que se estimaron en un principio.
Patas que estaban muy desarrolladas para la natación y que habrían actuado como unos gigantescos “remos” que impulsarían su cuerpo en el agua al tener un hueso totalmente solido similar al de las aves acuáticas actuales como el pingüino, por ejemplo.
No obstante, sus patas traseras además de servirle para nadar, también habrían podido perfectamente soportar su gran peso en la tierra. Aunque se piensa que no habría realizado largas carreras persiguiendo a sus presas como lo habría hecho por ejemplo un Carcharodontosaurus.
Además del hueso que hemos comentado de la pata que le ayudaría a nadar, también se ha descubierto que la estructura del pie (tarso, metatarso y falanges) era más larga que las de los terópodos terrestres, y también más plana.
De esta forma se ratifica que sus patas tenían una característica más similar a las aves semi-acuáticas.
De hecho se está llegando a pensar que entre los dedos de sus patas pudiera llegar a tener una membrana similar a la que poseen los patos, por ejemplo. Esto les permitiría un perfecto desplazamiento tanto en el agua como en la tierra.
Su cola
Otra singularidad del Spinosaurus es su cola, pues ésta poseía al menos 55 vértebras las cuales descendían en tamaño a medida que llegaban a la punta pero con menor diferencia.
Este hallazgo indica que la cola era bastante larga, además de musculosa; por lo que podría haberla usado para la propulsión en el agua moviéndola hacia los lados de manera similar a como lo hacen los cocodrilos.
La cabeza del Spinosaurus
Posee un cráneo similar al de un cocodrilo de aproximadamente 2 metros de longitud.
Tiene una una mandíbula que encaja perfectamente por debajo del paladar, de modo que quedaba “herméticamente cerrada”, parecido al de los cocodrilos. Aunque el morro del Spinosaurus se curva ligeramente hacia abajo, impidiendo que la presa pueda llegar a escapar.
En un principio se esperaba encontrar unos dientes duros, curvos y serrados, similares al de otros poderosos carnívoros como el Tyrannosaurus, el Carcharodontosaurus o el Allosaurus.
Sin embargo, se encontraron unos dientes cónicos, estrechos y agudos, más comunes en los piscívoros como el Pteranodon, el emparentado Baryonyx o los actuales cocodrilos, por ejemplo.
Otra curiosidad es que los dientes tenían colocaciones diferentes, pues unos estaban orientados ligeramente hacia delante y otros hacia atrás.
Otra característica muy peculiar de la cabeza del Spinosaurus es que las fosas nasales no se encuentran en el extremo del hocico, sino que se están situadas prácticamente delante de los ojos.
Además se han encontrado en estudios recientes una serie de oquedades denominadas forámenes que conectaban con las cavidades nasales, de modo que podían notar la presión y los cambios de tensión en el agua producidas por el movimiento de animales cercanos.
Vendría a ser como un “sentido del olfato acuático” que les diría el tamaño estimado del animal, con lo que podrían deducir si éste sería una presa o si por el contrario era algo peligroso de lo que tendrían que huir.
Mientras que estos forámenes le eran de gran utilidad, sus fosas nasales no podían captar muy bien olores, de ahí que su caza se centrase en el agua.
Aunque también se cree que podría haber sido carroñero al haberse encontrado restos de Iguanodon cercanos a algunos especímenes del Spinosaurus, valiéndose de su tamaño para intimidar a animales más pequeños.
La aleta dorsal
Es su principal y más llamativa característica la gran aleta dorsal, la cual se encuentra ubicada en la espalda, sobrepasando el metro de altura y otorgando al Spinosaurus un aspecto gigantesco y aterrador.
En un principio se pensó que podía ser usada para la termorregulación del cuerpo, de manera similar a como lo pudo haber usado el Dimetrodon.
Pero al conocer que sus presas eran principalmente animales acuáticos, se cambió el pensamiento a que esta gran aleta dorsal pudo ser usada para la natación, de modo que controlase la dirección y ayudase a ser más hidrodinámico.
Aunque también cabe la posibilidad de que ésta fuese muy llamativa porque tuviese diferentes colores y que pudiese servir como reclamo sexual de las hembras en la época de reproducción.
Pero esto último no deja de ser una mera suposición.
Descubrimiento y cambios del Spinosaurus
Los primeros restos de Spinosaurus fueron encontrados en Egipto, para ser exactos en el desierto del Sahara en 1910 por el paleontólogo alemán Ernst Stromer, de ahí su nombre específico Spinosaurus aegytiacus. Estos restos fueron trasladados al museo de Munich, pero desgraciadamente el museo fue destruido en la Segunda Guerra Mundial, con los restos en su interior.
No obstante, estos restos que se encontraron en 1915 y que constaban de dientes, vertebras dorsales, hueso dentario (hueso de la mandíbula) y costillas, no fueron perdidos del todo ya que se conservan fotografías y representaciones a escala que a día de hoy siguen siendo usadas para la estimación del tamaño y el estudio junto con nuevos restos de Spinosaurus que se van encontrando.
Esto ocurrió porque solo se tenía una parte de la mandíbula y algunos dientes y lo representaron con la forma del cráneo de los dinosaurios que se conocían hasta ese momento.
No fue hasta 1996 y 1998 cuando se hallaron en Marruecos los restos de la mandíbula, dientes cónicos y cráneo de un Spinosaurus cuando se pudo hacer una representación más detallada del aspecto de este gigante acuático.
Aunque el material fue “pobre” en un principio, se comparó con los restos hallados del Baryonix en Inglaterra y del Suchomimus en Nigeria; dos especies que pertenecieron a la misma familia que el Spinosaurus, lo que permitió obtener una descripción mucho más aproximada del Spinosaurus con un tamaño colosal para los pocos restos que se tenían hasta entonces.
La representación de finales del siglo XX se mantuvo hasta 2014, en la que un nuevo grupo de investigadores hicieron una representación en la que al Spinosaurus se lo representaba como un cuadrúpedo “obligado”, no como las anteriores que era un terópodo bípedo típico similar al Baryonyx.
Esta nueva representación se debió a que los nuevos restos, junto a los anteriores y los restos perdidos, fueron reconstruidos en un ordenador de manera tridimensional.
En esta representación pudieron observar que la pelvis y las extremidades posteriores eran más pequeñas de lo que se pensaba, por lo que esas extremidades no habrían sido lo suficientemente robustas como para aguantar ellas solas todo el peso del cuerpo del terópodo espinoso.
No obstante esta representación no es muy aceptada aún, debido a que piensan que han usado restos de varios ejemplares y los han introducido en uno solo, de modo que han creado una “quimera” de Spinosaurus. Es decir, al introducir restos de diferentes ejemplares de un mismo animal, no todo iba a quedar perfectamente equilibrado, ya que algunos restos son más grandes que otros y han podido influir en la representación final.
Aunque también hay otros investigadores que apoyan la hipótesis del Spinosaurus cuadrúpedo. Estos investigadores indican que, aunque el Baryonyx y el Suchomimus fueran únicamente bípedos, los ejemplares encontrados fueron juveniles o de sub-adultos, de modo que los adultos pudieron tener una reducción del crecimiento de las extremidades posteriores de una manera similar al de otros terópodos como el Albertosaurus.
Además, el Baryonyx y el Suchomimus datan de principios del Cretácico mientras que el Spinosaurus es de finales del Cretácico, por lo que tuvo millones de años de adaptación y pudo haber pasado de una posición bípeda a cuadrúpeda para una mejor adaptación al medio acuático.
Por otro lado, los restos dorsales que actualmente conocemos como la vela dorsal del Spinosaurus, fueron imaginados como una gran joroba.
Con las posteriores reconstrucciones y nuevos hallazgos, la teoría de la joroba del Spinosaurus casi se ha desechado aunque aún hay algunos científicos que la apoyan, pero la gran mayoría cree que la estructura del dorso era en realidad una vela.
Y aunque se desconoce cuál era su función, estudios recientes han encontrado indicios de vasos sanguíneos entre los huesos de las expansiones de las vértebras que forman la vela, suficientes como para regarla pero no como para la termorregulación del animal.
Con esto lo que se cree finalmente es que la vela podría cambiar su tono a un color más llamativo para atraer a las hembras o para luchar por el territorio con otro Spinosaurus u otro terópodo de gran tamaño.
¿Dónde puedes encontrar al Spinosaurus?
Pues hasta el próximo 3 de septiembre de 2017 lo puedes ver en el Museo Blau en Barcelona, España; en una exposición temporal que lleva desde el pasado 12 de julio de 2016 y que está organizada por National Geographic Society en colaboración con la Universidad de Chigado de Estados Unidos.
Así que si estás por Barcelona, eres un apasionado de los dinosaurios es una ocasión única que ¡no te puedes perder!
Y también lo puedes encontrar en el Museo de Historia Natural de Berlín, Alemania. Allí tienen un esqueleto de Spinosaurus de 4 metros de alto y 12 de largo al que llaman Tristan, cuyos restos fueron encontrados en Montana, Estados Unidos.
El Museo de Berlín además colabora estrechamente con National Geographic Society y la Universidad de Chicago para rehacer todo el entorno y ecosistema en el que habitaba este enorme depredador.
Y poco más nos queda por contarte sobre este enorme depredador más que aprovechar para dejarte un vídeo sobre el Spinosaurus donde podrás averiguar alguna que otra curiosidad sobre este feroz dinosaurio.
¡Qué lo disfrutes!
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¡¡¡Qué trabajo tan bueno¡¡¡