El género Deinonychus engloba a unos dinosaurios saurisquios terópodos dromeosáuridos que vivieron durante el Período Cretácico Temprano, hace aproximadamente 115 millones de años.
Es uno de los dromeosáuridos más conocidos, pero no el más grande (ese puesto se lo quita el Utahraptor), aún así la especie Deinonychus antirrhopus llegó a medir 4 metros de longitud y sobrepasar el metro y medio de altura.
Como sucede con todos los dromeosáuridos poseía una garra en forma de hoz característica de la familia con la cual le era sencillo acuchillar a sus víctimas.
De este dromeosáurido se han encontrado restos con plumas, lo que sugiere que era un emplumado dinosaurio pero que debido a su tamaño y la estructura de dichas plumas no podría haber volado.
Sin embargo, pudo haber usado dichas plumas no solo para la termorregulación (la que se piensa fue su función inicial) sino también para haber controlado mejor la carrera y haber sido más aerodinámico, de manera similar a como lo haría un avestruz actual, pero mucho más peligroso.
¿Quieres descubrirlo todo acerca de este dinosaurio del Cretácio? Entonces no dejes de leer este artículo donde te exponemos una amplia y detallada información sobre el Deinonychus.
Taxonomía del Deinonychus
| Reino | Filo | Clase | Superorden | Orden | Suborden | Subfamilia | Familia | Género |
|---|---|---|---|---|---|---|---|---|
| Animalia | Chordata | Sauropsida | Dinosauria | Saurischia | Theropoda | Velociraptorinae | Dromaeosauridae | Deinonychus |
- El Reino al que pertenece es el de Animalia.
- El Filo en el que fue clasificado es el de Chordata.
- La Clase de este ejemplar es Sauropsida.
- El Superorden de este ejemplar es obviamente Dinosauria.
- El Orden de este espécimen es Saurischia.
- El Suborden donde es clasificado este dinosaurio es Theropoda.
- La Subfamilia de este animal es Velociraptorinae.
- La Familia de este dinosaurio es Dromaeosauridae.
- El género al que estamos haciendo referencia en este artículo es Deinonychus.
Es necesario mencionar en este apartado que dicho género está representado únicamente por una especie, D. antirrhopus, siendo esta la especie en base a la cual se ha realizado toda la descripción científica con la que podemos contar actualmente.
No obstante, esto no significa que únicamente existiera una especie, el hallazgo de nuevos restos fósiles pertenecientes a este género pero con suficientes diferencias podrían ser considerados como una nueva especie.
Es por ello que desde esta plataforma nos comprometemos a hacer todo lo posible para mantener actualizada la taxonomía biológica de este dinosaurio.
El descubrimiento de este dinosaurio
Los vestigios fósiles que lograron ser encontrados se hallaban situados dentro del enorme territorio de Estados Unidos, y resulta muy interesante debido a que dichos restos no solo se encontraron en un estado sino en varios, como por ejemplo el estado de Oklahoma o Wyoming, conocido ya por este tipo de descubrimientos.
La famosa y peculiar formación en la que se encontraron estos restos fue la denominada Formación Cloverly, aunque también se han podido encontrar otros restos en las formaciones de Cedar Mountain y Antlers.
Además de todo ello, se han encontrado también un grupo de elementos dentales que todavía no se sabe a qué género pertenecen de forma fehaciente.
No obstante se ha llegado a presumir o a suponer que hay grandes probabilidades de que este nuevo hallazgo pertenezca a la criatura que hoy es protagonista de nuestro artículo, el Deinonychus, dichos restos fueron hallados en un estado hasta ahora inédito para este animal, en Maryland.
La palabra Deinonychus resulta ser extraña, y esto debido a que resulta ser una palabra en el idioma griego, por lo que si nos disponemos a traducir a nuestro idioma dicha palabra, el significado vendría a ser algo parecido a “garra terrible”.
El descubrimiento de esta garra fue un hecho que realmente llegó a marcar un antes y un después en el estudio de este enorme animal, fue la realización de una investigación científica realizada por un afamado paleontólogo, John Ostrom, en la década de 1960.
Debido a este trabajo, este sujeto se encargó de brindar una nueva perspectiva basada en las numerosas pruebas que se habían recaudado hasta el momento gracias al fruto de diversos hallazgos a lo largo de muchos años.
Esta perspectiva prácticamente cambiaba la forma en la que la ciencia de la Paleontología veía a los dinosaurios, se puede decir entonces que llegó a revolucionar esta parte de la historia y de la ciencia.
Gracias a ello se puede afirmar hoy en día que esta misma investigación científica dio lugar a una especie de renacimiento de estos animales prehistóricos, e incluso se empezaron a debatir hechos que hasta ese entonces no se encontraban en tela de juicio.
Fue debido a los importantes e interesantes cuestionamientos que este científico había emitido cuando se produce un avance en el conocimiento paleontológico no sólo de este género de dinosaurio, sino en general de todos estos enormes lagartos que habitaron nuestro planeta.
Uno de esos hechos que se daban por comprobados era que los dinosaurios eran de sangre fría, pero el peculiar John Ostrom se encargó de demostrar que no habían suficientes pruebas para poder afirmar tal cosa, por lo que no debemos apresurarnos en brindar datos de este tipo cuando los mismos científicos no han llegado a un consenso.
De igual forma pasaba con otro tipo de hechos y conocimientos que hasta el momento se pensaba que ya no eran objeto de debate, conocimiento que se daba por sentado y nunca era cuestionado pero que ahora vuelve a estar en el centro de la controversia.
Recordemos además que en aquel tiempo el mundo científico en el ámbito de la paleontología pensaba que los dinosaurios resultaban ser sin excepción un conjunto de animales de gran tamaño que recorrían su territorio de forma muy lenta debido a sus características.
No obstante, Ostrom se encargó de demostrar que la magnitud del tamaño de los dinosaurios no necesariamente tenía que ser considerable, se encargó de informar al mundo que también habían existido dinosaurios de menores dimensiones, de diferente postura corporal y estructura ósea, además de otras características importantes.
En resumen, este fue un estudio que marcó una nueva época en la historia de los dinosaurios, o al menos en la forma en la que se ha llegado a estudiar y a analizar a estos interesantes y misteriosos especímenes.
Descripción del Deinonychus
Como bien mencionábamos, su nombre significa algo parecido a “garra terrible”, y todo ello debido a que precisamente este animal poseía una garra de gran tamaño con la forma o el diseño de “hoz”, esta peculiar garra además se encontraba situada en las dos extremidades traseras, concretamente en el segundo dedo.
De modo adicional se ha podido observar que este dinosaurio posee un elemento conocido como ungueal, el cual además posee un gran tamaño en comparación con otras criaturas de su tiempo, que es una estructura de sujeción de uñas o garras.
Ostrom además tuvo la idea de optar por realizar un estudio analítico de diversas aves de nuestro tiempo y de diversos reptiles, especialmente nos referimos a los cocodrilos.
Gracias a estos estudios se pudo dar cuenta de la gran similitud de la garra del Deinonychus con las garras de las aves contemporáneas que acabamos de mencionar, reforzando aún más la teoría de que dichas aves provienen de los dinosaurios.
Se dice que la garra de este dinosaurio pudo alcanzar una extensa longitud de más de 120 milímetros, tamaño que resultaba más que suficiente para poder causar un grave daño a cualquier oponente o víctima que se encontrase en su camino.
Por otro lado, la especie tipo, la que recibe la famosa denominación oficial de D.antirrhopus, presenta una serie de extrañas cualidades en la zona de la cola, es por ello que se le colocó dicha denominación, haciendo referencia al contrapeso que esta zona de la cola provocaba en el animal, ya que esta era la función principal de dicha estructura.
Este artículo sobre el dinosaurio de la garra de hoz termina aquí, pero para finalizarlo podrás ampliar la información que te hemos mostrado ya que a continuación te dejamos con un interesante vídeo sobre el Deinonychus:
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