El género Anatotitan es un grupo de dinosaurios ornitisquios hadrosáuridos que vivieron en el planeta en el Período Cretácico Superior hace aproximadamente 67 millones de años, en la actual América del Norte.
Este género de dinosaurios tiene varios sinónimos, debido a los diferentes hallazgos se denominaron con otros nombres, pero tras los trabajos de bibliografía e inventario se acabó denominando al género como Anatotitan.
Algunos de los sinónimos que se usaron son muy conocidos como el Edmontosaurus annectes, otros es posible que no sean tan populares como Trachodon longiceps, e incluso alguno muy parecido al nombre original como Anatosaurus longiceps.
El nombre Anatotitan significa literalmente «pato gigante», debido principalmente a la característica forma de su pico. ¿Quieres conocer más acerca de este fascinante dinosaurio? En este artículo encontrarás toda la información que necesitas.
Taxonomía del Anatotitan
Reino | Filo | Clase | Superorden | Orden | Suborden | Infraorden | Superfamilia | Familia | Subfamilia |
---|---|---|---|---|---|---|---|---|---|
Animalia | Chordata | Archosauria | Dinosauria | Ornithischia | Ornithopoda | Iguanodontia | Hadrosauroidea | Hadrosauridae | Hadrosaurinae |
- Este dinosauro perteneció al Reino Animalia.
- El Anatotitan perteneció al Filo Chordata.
- Su Clase fue la Archosauria.
- El Superorden al que perteneció este dinosaurio fue Dinosauria.
- El Orden al que perteneció el Anatotitan fue Ornithischia.
- El Suborden de este dinosaurio era Ornithopoda.
- El Infraorden del Anatotitan era Iguanodontia.
- La Superfamilia a la que perteneció este dinosaurio fue Hadrosauroidea.
- La Familia de este Anatotitan fue Hadrosauridae.
- La Subfamilia de este dinosaurio fue Hadrosaurinae.
- Por último, la especie del dinosaurio hoy estudiado fue E. annectens.
Como podemos observar, el dinosaurio Anatotitan llegó a pertenecer a una peculiar familia denominada como Hadrosauridae, la cual se encuentra situada o ubicada de modo taxonómico dentro de la subfamilia de nombre Hadrosaurinae.
Los miembros de la subfamilia Hadrosaurinae son sencillos o fáciles de reconocer debido a una cualidad que todos ellos presentan: una cabeza regularmente plana.
Durante mucho tiempo y por muchos científicos, a este dinosaurio se le relacionó con el E. annectens, debido a características similares, esto sucedió poco antes de que en realidad algunos científicos como John Bell Hatcher, decidieran colocar a los dinosaurios como sinónimos prácticamente, todo esto sucedió a principios del siglo XX, en específico en el año 1902.
La idea fue apoyada en gran medida por otros grandes científicos de la talla de David B. Weishamel e incluso Catherine Foster, sin embargo, este apoyo llegó después de un tiempo relativamente largo, ya que estos científicos formularon su aprobación en pleno siglo XXI, año de 2004.
La vida del Anatotitan en el planeta tierra
Como mencionábamos inicialmente este dinosaurio desarrolló su existencia en nuestro planeta durante un determinado periodo dentro de la extensa Era Mesozoica, también conocida como Era de los Dinosaurios debido a la hegemonía que ejercían estos reptiles prehistóricos.
Concretamente el Anatotitan habitó la tierra durante el Periodo Cretácico Superior, que se cree que tuvo lugar hace aproximadamente 67 millones de años.
Este dinosaurio vivió en el territorio que ahora conocemos como América del Norte, este dato se determina así debido a que sus restos fueron hallados dentro del actual territorio de Dakota del Sur y Montana, en los Estados Unidos de América.
El periodo en el que vivió el Anatotitan es en realidad un periodo que se corresponde con los últimos millones de años de la era de todos los dinosaurios, por eso se dice que son los últimos sobrevivientes de aquel período.
¿Quién descubrió a este dinosaurio?
Los vestigios de este gran dinosaurio en realidad se hallaron dentro de lo que ahora conocemos como Formación Hell Creek y dentro de otra formación denominada Formación Lance.
Por otro lado, se han obtenido al menos seis individuos de este género, gracias a ellos tenemos los datos que hoy día conocemos de este dinosaurio, por lo general estos individuos fueron hallados casi de modo intacto, debido a que sus esqueletos se encuentran muy bien conservados y casi completos, sobre todo en la zona craneal, que es una de las más importantes.
Al igual que otros dinosaurios, este dinosaurio también comparte la historia de que su taxonomía no fue nada sencilla de completar y por ende se presume que existieron muchos inconvenientes y calientes debates a partir de ello.
El primer individuo que tenemos es un holotipo que cuenta con un completo cráneo y cuyo esqueleto se encuentra intacto en su mayor parte, este individuo fue hallado en el año de 1882, por el equipo del doctor J. L. Wortman y R. S. Hill, quienes realizaban labores a nombre del gran Edward Drinker Cope.
Lo interesante es que, según las descripciones de los descubridores, este individuo tenía grandes restos de piel en un principio, que se perderían de forma inevitable debido a la manipulación para posteriores estudios e investigaciones, por la misma fuente también podemos saber que faltaba una zona de la pelvis y algunos elementos del torso.
Según estas mismas descripciones, nos llegan a señalar que el pico de este enorme dinosaurio pudo haber estado compuesto de queratina y pudo haber poseído incluso una envoltura córnea bastante sólida, el cual contaba con un grupo de pequeños elementos parecidos a los dientes, tanto en la parte superior como en la zona inferior de dicho pico.
Se conoce que además, cuando este equipo de investigadores se encontraban describiendo a este dinosaurio, en un principio fue asignado a un grupo de nombre Diclonius mirabilis, el cual viene a ser en realidad una combinación entre el Diclonius y el Trachodon mirabilis (un hadrosáurido del cual solo se tenía conocimiento por un diente).
Esta perspectiva de Edward Drinker Cope, es decir, el hecho de denominar a todos los hadrosáuridos como meros anfibios, tuvo gran influencia durante su época e incluso se puede decir que llegó a dominar la escena científica durante largos años, durante décadas.
El propio científico fue llevado a este razonamiento porque suponía que los dientes de la parte inferior del pico, se encontraban casi desconectados del hueso y por ese motivo pudieron haberse roto de modo sencillo si es que trataban de consumir algún alimento de tipo terrestre, por la misma razón se consideró que la estructura del pico era débil.
Sin embargo, luego de muchos años, diversos científicos se encargaron de derribar aquellas teorías y suposiciones del gran Edward Drinker Cope, y llegaron a la conclusión de que este señor no había hecho más que mal interpretar los restos de aquel dinosaurio, en especial malinterpretó los huesos del cráneo, zona importante en el estudio de cualquier individuo.
A partir de ello se percataron de que en realidad lo que hacían falta eran las paredes que apoyaban dichos dientes, es por ello que no habían suficientes pruebas para suponer que los dientes no tenían en donde apoyarse con fortaleza.
Este individuo, el AMNH 5730, fue conservado bajo serios cuidados en el famoso Museo Americano de Historia Natural.
En este museo, por el año de 1899, poco después de su descubrimiento, el propio Edward Drinker Cope prometió describir al esqueleto completo, sin embargo hasta el día de hoy dichos estudios nunca vieron la luz del día.
Recordemos que unos años atrás, su más acérrimo rival iba a aparecer en el acto, el gran Othniel Charles Marsh tomó la inteligente decisión de publicar un reciente hallazgo que consistía en nada más y nada menos que en una zona inferior de la mandíbula, un elemento importante que fue hallado por un miembro de su equipo, el investigador Juan Bell Hatcher, precisamente en el año de 1889, en la famosa Formación Lance del Condado, ubicado en Niobrara, Wyoming.
Este hallazgo se encuentra en la actualidad en el Museo de Historia Natural de Peabody.
Por otro lado tenemos a Wright, quien alega que existen zonas de la mandíbula que presentan de forma parcial cualidades delgadas y largas, a diferencia del individuo que tenía Edward Drinker Cope, el cual ostentaba una zona gruesa en los lados.
Además de ello, este individuo de Edward Drinker Cope era de un tamaño menor, puesto que su mandíbula poseía solo 92 centímetros de longitud, mientras que el otro poseía 110 cm.
En el año de 1904 se logró localizar un individuo mucho más completo, éste consistía realmente en un esqueleto etiquetado con la denominación de AMNH 5886, hallado en una zona interna de la Formación Hell Creek, precisamente en unas rocas de Montana Central, y la persona que encontró estos restos fue nada menos que un ranchero.
Los dos personajes se encontraban en medio de diversas dudas, debido a que no sabía si en realidad se trataban de fósiles o de huesos recientes, para despejar dichas dudas uno de ellos decidió dar una patada a uno de los huesos, logrando romper algunas partes.
Posteriormente este acto se convirtió en algo que todo el mundo de la Paleontología llegaría a lamentar, debido a que se perdieron partes importantes con esa decisión, partes que pudieron servir para esclarecer diversas dudas acerca de los dinosaurios, acto que fue criticado de forma bastante áspera por Barnum Brown.
Siguiendo con la historia del hallazgo del ranchero, fue otra persona quien en realidad se encargó de apoderarse del hallazgo para luego obtener algún beneficio y luego este sujeto vendió los vestigios al investigador Barnum Brown, quien se encargó de realizar las labores requeridas, para luego profundizar todo en el Museo Americano de Historia Natural, precisamente empezando el siglo XX, en el año de 1906.
Este individuo encontrado de forma casi anecdótica en realidad tenía mucha importancia debido a que poseía la columna vertebral en un estado casi intacto, lo que facilitó la tarea de reconstruir al espécimen de un modo exitoso por parte del equipo de investigadores.
Luego de estos acontecimientos, en el año de 1907, se lograron reconstruir dichos individuos y luego fueron expuestos en un museo de fama mundial, el de Historia Natural.
Sin embargo, muchos de ellos no presentaban las pruebas suficientes ni los razonamientos contundentes que hagan posibles o válidas sus diferentes teorías.
Pero luego la “paz” iba a aparecer a pesar de todo, debido a que la gran mayoría de estos científicos lograron tener o llegar a un acuerdo sobre esta taxonomía que causó muchos problemas durante diversos momentos.
Todo esto se llevó a cabo gracias al grandioso trabajo de un investigador llamado John Bell Hatcher, quien en el año de 1902 se encargó de dar una solución práctica y con la que la gran mayoría estaría de acuerdo.
Esta decisión se trata de nada más y nada menos que de agrupar a gran parte de los hadrosáuridos de los cuales se tenía conocimiento, para luego introducirlos dentro del Trachodon.
Recordemos que entre estos hadrosáuridos tenemos al Claorhynchus e incluso al Polyonax.
Pero así como la guerra no fue eterna, la paz tampoco, pronto se iban a suscitar de nuevo una serie de situaciones y circunstancias que daría paso a la polémica respecto al mismo tema, la taxonomía.
Resulta que en el año de 1910 se llegarán a nuevas conclusiones a partir de nuevo material de estudio, y confirmarán algunas conclusiones relacionadas a la diversidad de estos hadrosáuridos.
Fue Charles W. Gilmore quien se tomó la molestia de realizar el trabajo de revisión, en el año 1905, de los recientes hadrosáuridos hallados, alegando finalmente que recomendaba introducir nuevamente dentro de los hadrosáuridos de la Formación Lance al misterioso Thespesius y dentro de la Formación Río Judith era mucho mejor incluir al Trachodon.
Por otro lado emitió severas críticas sobre el estudio del Trachodon, afirmando que se realizaron investigaciones sin tener objetos de estudio suficientes, y esta es la explicación de por qué existen diversos sinónimos.
Características del Anatotitan
Si observamos de forma detenida podemos llegar a sacar diversas descripciones de modo sencillo, por un lado tenemos la longitud de este individuo, la cual llega a ser de unos 12 metros de forma aproximada, además de ello podemos divisar que posee una cabeza de cualidad achatada pero de tamaño considerable.
Este tipo de estructura craneal le lleva a ser uno de los dinosaurios que mejor representan a los dinosaurios de pico tipo pato con cabeza chata que hemos conocido a través de toda la historia.
Una de sus características, como ya lo hemos mencionado, es que ha sido clasificado o introducido dentro de los Anatosaurus e incluso dentro de los Diclonius, sin olvidar que también fue incluido como integrante de los Trachodon.
En cuanto a su altura llegó a tener unos 3 metros y su peso rodeaba las 30 toneladas y algo más, como máximo.
Recordemos que los hadrosaurios tenían la principal característica del pico de pato, y este dinosaurio era uno de ellos, además de que nos percatamos de que no tenían ningún tipo de cresta tubular, y sobre sus extremidades podemos ver que las patas traseras disfrutan de mayor altura que las patas delanteras.
Este tipo de detalles nos llegan a revelar que este animal pudo caminar tanto en formato bípedo como en cuadrúpedo.
Alimentación y comportamiento de este dinosaurio
En lo particular sabemos que este dinosaurio disfrutaba de comer o ingerir vegetales, cuyo proceso de digestión lo tenía bastante bien desarrollado, debido a que contaba con un excelente sistema, el cual le permitía masticar y procesar su alimento hasta sacarle el máximo provecho, este proceso lo explicamos de forma detallada en dinosaurios herbívoros.
Los dientes que tenía este animal eran susceptibles de dejar de funcionar con eficacia y por ello tenían que ser reemplazados por el propio organismo.
Por otro lado, también contó con espacios como las mejillas para poder guardar el alimento mientras se realizaba la masticación, de no haber sido así tal vez la comida pudo haberse caído evitando la correcta alimentación del mismo.
En cuanto al tipo de vegetación que este animal prefería para alimentarse se sabe que todo tipo de planta que crecía hasta los 4 metros de altura pudo haber sido rápidamente devorada por este dinosaurio.
Se conoce que por las características o cualidades de sus extremidades y algunas otras partes de su cuerpo, este dinosaurio pudo andar en dos o cuatro patas sin que representase demasiada dificultad para él, de hecho era un mecanismo que utilizaba para salir de problemas de modo sencillo.
Otra característica peculiar del Anatotitan era que poseía unos curiosos sacos compuestos de tejido blando que se encontraban situados en una membrana nasal, la cual podemos ver a través de diverso agujeros de su nariz.
El uso práctico que este dinosaurio le pudo dar a estos tejidos inflables era que probablemente lograba emitir sonidos y enviar señales tanto a sus compañeros como a sus principales enemigos, al igual que otros animales emite sonidos en nuestros tiempos modernos.
El Anatotitan en nuestros tiempos
Este ejemplar de dinosaurio no resulta ser tan conocido como otros, sin embargo ha aparecido en diversas ocasiones ante nuestros ojos en muchos medios de comunicación e incluso en series famosas.
Una muestra de ello es su inclusión en un famoso documental de la BBC, este documental en el que el dinosaurio que hoy estudiamos ha llegado a aparecer es en el que tiene por nombre “Muerte de una Dinastía”.
En el documental mencionado, el Anatotitan es representado como el último de los dinosaurios con pico de pato que fue cazado por el temido Tyrannosaurus rex, un terópodo de gran fuerza y tamaño.
Otro documental en el que aparece este espécimen es en el famoso “When Dinosaurs Roamed America”, cuyo significado es “Cuando los dinosaurios recorrieron América”.
¿Acaso no es cierto que el Anatotitan resulta fascinante? Para concluir la ficha de este animal prehistórico, te dejamos con un vídeo sobre el Anatotitan que incluye una descripción interesante acerca del dinosaurio:
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