El mamut prehistórico – vida, fotos y características
El mamut prehistórico es uno de los animales extintos más sorprendentes que existen. Este animal prehistórico habitó hace no mucho en nuestro planeta, durante el Cenozoico. Dentro de la Era Cenozoica habría habitado en la subdivisión temporal que se conoce como Periodo Cuaternario.
Uno de los puntos que lo hacen tan especial es su tamaño y es que estamos hablando de todo un gigante. Uno de los ejemplares más grandes llegó a medir 9 metros de largo y 6 de alto.
Pero su atractivo va mucho más allá y roza el mito.
A día de hoy, la ciencia todavía se mantiene dividida acerca de las causas de su extinción hace ya 4.000 años. Aunque tampoco son pocos los testimonios que afirman que todavía vive en la inhóspita y extrema Siberia.
Por si fuera poco, se especula si con el genoma que han extraído los científicos, un mamut podría ser clonado. Quién sabe si en unos años Jurassic Park abandonará la ficción y se convertirá en una realidad llena de mamuts.
Existen diversas teorías al respecto de esto pero nosotros no vamos a entrar en ellas, nos vamos a limitar a darte la información sobre el «mamut» más extensa, completa y precisa que encontrarás en Internet.
¿Vamos con ello?
Prepárate para adentrarte en la leyenda del gigante de las nieves.
La familia del mamut
Al investigar sobre los antecedentes del mamut prehistórico (Mammuthus) vemos que existe cierta confusión con el que podríamos denominar «un primo lejano», el Mammut.
¿Qué es lo que ha ocurrido?
Al tener ambas especies nombres tan parecidos, se han confundido.
Al leer el título y ver «mamut prehistórico», seguro que te ha venido a la mente la imagen de un animal enorme, muy lanudo y con dos grandes colmillos. A ese animal es al que debemos denominar Mammuthus, en concreto, al Mammuthus primigenius. Al que todos llamamos mamut lanudo.
Entonces, ¿quién es el Mammut?
Como te decía, se le podría considerar un familiar lejano del Mammuthus, ya que ambos son del orden de los Proboscídeos (mamíferos con trompa).
No obstante, es en ese punto en el que toman caminos distintos. El Mammuthus evoluciona hacia la familia de los Elephantidae. En cambio, el Mammut crece hacia la familia de los Mammutidae (los mastodontes).
Diferencias entre los Mammuthus y los Mammut
La realidad es que no solo se parecen en el nombre, su apariencia física también es muy similar: los Mammuthus tenían las piernas más cortas y eran más robustos. También, su cuerpo era más alargado.
El momento de su aparición también es distinto. Los Mammut, además de ser un «primo lejano», también eran más antiguos, apareciendo estos Proboscídeos en la época del Mioceno (hace unos 11.000 millones de años). En cambio, los Mammuthus surgieron en el Plioceno, que es la etapa posterior al Mioceno, tan solo hay una ridícula diferencia de 5.000 millones de años.
Reino | División | Clase | Orden | Familia |
Animalia | Chordata | Mammalia | Proboscidea | Elephantidae |
TAXONOMÍA | |
MAMMUTHUS | MAMMUTS |
REINO: ANIMALIA | |
FILO: CHORDATA | |
CLASE: MAMMALIA | |
ORDEN: PROBOSCIDEA | |
FAMILIA: Elephantidae | FAMILIA: Mammutidae |
GÉNERO: MAMMUTHUS | GÉNERO: MAMMUTS |
ESPECIES de Mammuthus | ESPECIES de Mammuts |
Mammuthus africanavus | Mammut americanum |
Mammuthus creticus | Mammut matthewi |
Mammuthus columbi | Mammut raki |
Mammuthus exilis | Mammut cosoensis |
Mammuthus lamarmorai | |
Mammuthus meridionalis | |
Mammuthus primigenius (el lanudo) | |
Mammmuthus rumanus | |
Mammuthus subplanifrons | |
Mammuthus trogontherii |
Ahora que ya conoces el origen del lío, acuérdate que en el artículo cuando me refiera al mamut, me estoy refiriendo al Mammuthus.
Dónde vivían los mamuts prehistóricos
Los mamuts no solo eran robustos, sino que también tenían una gran capacidad de adaptación al entorno. Este argumento es uno de los que explican que se hayan podido encontrar fósiles en tantos sitios distintos.
De hecho, las distintas especies que has visto que existen del Mammunthus vienen del lugar de origen del animal.
ESPECIES | LUGAR DE ORIGEN |
M. africanavus | África. Se han encontrado fósiles en Chad, Libia, Marruecos y Túnez. |
M. creticus | Isla de Creta. Es uno de los denominados mamuts enano. Esta especia es la pequeña de todas. |
M. columbi | Norteamérica. Se han hallado fósiles en California, Texas y México. Se adentraron hasta Nicaragua. Es una de las variantes más grandes. |
M. exilis | Es un mamut pigmeo (enano). Estudios anteriores lo consideraron una subespecie, a día de hoy, ya se le clasifica como una especie. Vivió en la isla de Santa Rosa, en el archipiélago del norte de California. |
M. lamarmorai | Isla de Cerdeña. Otro de los tipos de mamut enano. |
M. meridionalis | Se trata de un mamut que abandonó África. Pasaría por Eurasia (Europa y Asia unidas) hasta llegar a Norteamérica. No tenía esa capa de pelo tan característica que tenían los lanudos, ya que estos vivían en climas más templados. |
M. primigenius(lanudo) | Aquí tenemos al mamut que todos vemos cuando hablamos de este animal. Muy característico por abundante pelo. Habitó en Eurasia y Norteamérica. Se encontraron fósiles muy bien conservados en Siberia. |
M. rumanus | Europa. Se han localizado restos suyos en el Reino Unido y Rumania. |
M. subplanifrons | África. Habitó en toda la zona que comprende desde Sudáfrica hasta Kenia. |
M. trogontherii | El mamut de las estepas. Habitó en Eurasia y Norteamérica. Es considerado un antepasado del mamut lanudo. |
El mamut prehistórico en España
En 2012, se hace público un estudio conjunto del doctor Diego Álvarez Lao (Universidad de Oviedo) y de la doctora Nuria García (Universidad de Granada). En este trabajo, ambos doctores evidencian que el mamut lanudo coexistió en la Península Ibérica junto al reno y al rinoceronte lanudo.
Sí, aunque te resulte extraño pensarlo, hubo especímenes de Mamummthus en España.
La explicación de cómo es posible que estos animales emigrasen a la Península Ibérica la aporta Álvarez Lao. Este paleontólogo mantiene que en las épocas de mayor frío, muchas especies tuvieron que emigrar hacia el sur. Aunque también matiza que eso no significa que se asentasen de forma perpetua.
En España se han encontrado numerosos restos de mamut prehistórico. En concreto, se han hallado fósiles en Asturias, Cantabria, Granada, País Vasco y Tarragona. Además, tanto en la cueva de El Pindal en Asturias, como en la de El Castillo en Cantabria puedes ver mamut pintados.
Características del mamut prehistórico
Como vimos al principio los Mamummthus son un tipo de proboscídeo, o lo que es lo mismo, un mamífero con trompa (como un elefante).
En lo que se refiere al tamaño hay dos tipos de mamuts: los grandes y los pequeños.
Los ejemplares de mayor tamaño alcanzaban casi 6 metros de altura en la cruz (el punto más alto entre los omoplatos) y 9 metros de longitud (casi lo que mide un autobús no articulado). Las especies más grandes eran la M. trogontherii y la M. columbi.
La diferencia de tamaño con los géneros más pequeños es notable. De altura solían medir entre 1,5 y 2 metros. De ahí que se los denominase pigmeos o enanos.
El mamut lanudo se quedaría en un término medio ya que su altura oscilaba entre los 3 y 4 metros.
El peso medio de un mamut variaba entre las 6 y 8 toneladas, aunque los ejemplares más grandes llegaron a las 12 toneladas.
Sus patas traseras eran más cortas que las delanteras, por eso siempre parece que su espalda está en pendiente.
Sus dos enormes y curvados colmillos son uno de sus rasgos más característicos. El colmillo más grande jamás encontrado medía 5 metros, aunque de normal no solían superar los 3 metros. Al nacer no tienen colmillos, es alrededor de los 6 meses cuando le crecen los primeros. Eso sí, eran de leche y solo medían 5 centímetros. Es al año y medio cuando le surgen los colmillos finales. Una cuestión muy curiosa es que sus colmillos nunca dejaban de crecer hasta que el animal moría.
El pelaje característico de los mamuts (ojo, solo en las especies que vivían más al norte) les protegía de las extremas situaciones climáticas donde vivían. Su manto estaba compuesto por dos capas.
La exterior era más fuerte, dura y larga y su misión era proteger la capa de pelo interno. El pelo de esta capa interior era mucho más fino, pero muy abundante, y era un manto muy tupido y el que se encargaba de proporcionarle calor.
Otra cuestión muy característica de de los Mammuthus era su cabeza. En vez de ser plana, la tenía abombada.
Y abombada también tenían la espalda. Aunque esto no se descubrió por los fósiles, sino por las pinturas rupestres. Su espalda estaba arqueada porque tenía una joroba. No se sabe a ciencia cierta si era de grasa, músculo o si solo era pelo.
Genética adaptada: La sangre anticongelante
Según un trabajo expuesto en la revista «Nature Genetics», la sangre de los mamuts prehistóricos era anticongelante. Tras varios años estudiando la sangre de estos gigantes, un grupo de paleontólogos descubrió que su sangre poseía una adaptación genética especial para soportar el frío. En unas condiciones de frío extremo, la hemoglobina no es capaz llevar el oxígeno por el cuerpo, mientras que la sangre de los Mammunthus si era capaz.
No hay que olvidar que todos estos descubrimientos se pueden realizar gracias a haber encontrado a mamuts congelados por entero. Por eso se ha podido analizar la sangre de estos animales.
Mamut vs Elefante
Como hemos visto antes, el Mammunthus sería un antepasado del actual elefante, aunque eso no significa iguales del todo. Una de las diferencias más evidentes son sus orejas, mientras el mamut tenía unas orejas muy pequeñas, el elefante las tiene enormes.
¿Por qué?
La respuesta está en cómo las especies se adaptan al hábitat en que viven. Los elefantes usan sus orejas para disipar las altas temperaturas que tienen que soportar en climas cálidos, mientras que las de los mamuts eran pequeñas porque así soportaban mejor el frío.
Vamos de una diferencia a una similitud. Al igual que los elefantes, el mamut podía mover su trompa y coger cosas con ellas (era prensil). Así, podía arrancar hierba u hojas del suelo y acercárselas a la boca. Su trompa también la usaban para echarse agua por encima del cuerpo y así, limpiarse.
¿Quién descubrió por primera vez a este enorme animal prehistórico?
En un primer momento, se confundía al mamut con los elefantes, como si fuesen la misma especie.
La primera persona en resaltar que eran diferentes fue George Cuvier en 1796. Para hacerlo, Cuvier se apoyó con los dibujos que Messerschmidt realizó en su expedición a Siberia. El zar Pedro el Grande había mandado a este naturalista a descubrir las «curiosidades» de esas tierras lejanas.
Otro paso más se dio en 1799, cuando Johann Friedrich Blumenbach denomina al mamut «Elephas primigenius«.
Aunque todavía habría que esperar bastante para que la Ciencia viese que el mamut era una especie completamente diferente.
Lo peculiar de esta reunión es el menú. En una cena de esas puedes degustar, entre otros platos igual de diversos, brochetas de aceituna, cebolleta y ojo de vaca en escabeche. O las siempre deliciosas cucarachas de Madagascar infusionadas con miel de Tasmania Leatherwood y cítricos.
En una de esas cenas, se aseguró que se sirvió carne de mamut que un explorador había encontrado en Siberia.
Hace muy poco, la propia Universidad de Yale ha desmontado la historia. Un equipo de investigadores consiguieron una muestra de aquel plato y lo analizaron.
¿Sabes que resultó ser?
Megatherium. Un tipo de perezoso también extinto.
Alimentación de los mamuts
Aunque resulté extraño pensarlo, este gigantesco animal era herbívoro. De hecho, su planta favorita era la hierba. Aunque las hojas y las plantas también le solían gustar.
¿Quieres saber cuánto tenía que comer al día?
180 kilogramos diarios. Sería la ruina de cualquier economía doméstica.
Una cuestión muy curiosa de los mamuts son sus dientes. Esta especie al evolucionar fue modificando sus dientes. Al principio, los mamuts solo tenían dientes premolares. En cambio, para poder masticar mejor la hierba estos dientes se desarrollaron en molares (más grandes y más preparados para triturar).
Aunque lo más peculiar de todo es lo siguiente.
Tal era el volumen de hierba que tenían que comer (recuerda que hablamos de 180 kilos diarios) que sus dientes se desgastaban. A medida que esto ocurría, iban creciéndole otros más atrás.
Le crecían hasta un conjunto de 6 molares. Cuando al animal se le llegaban a desgastar los últimos, ya no podía comer más, y por tanto moría. Se calcula que esto ocurría cuando tenía entre 60 y 70 años.
¡Una muela podía llegar a pesar 2 kilos!
Cómo era el estilo de vida de este mamut
En las cuestiones sociales, los mammunthus eran muy parecidos a los elefantes actuales.
Las hembras vivían en manada, aunque siempre había una que ejercía de líder del grupo. Las más jóvenes, junto con las más mayores eran las que ejercían de «niñeras» de las crías. Estaban siempre pendientes por si otro animal intentaba atacarlos.
En cambio, los machos vivían solos o en grupos reducidos. Cuando un macho llegaba a la madurez abandonaba su manada en busca de otra hembra para aparearse. La gestación también es como la de los elefantes, duraba unos 22 meses y solo se traía una cría de cada vez.
Siempre se buscaba la etapa propicia para el apareamiento, ya que así conseguían que las crías naciesen en un momento climático más suave y con mayor posibilidad para conseguir alimento.
Los machos luchaban entre sí con sus colmillos para conseguir a la hembra.
Los mamuts estaban siempre en constante movimiento por la necesidad de encontrar suficientes alimentos, además así conseguían que la zona se pudiese regenerar.
La extinción de los mamuts
¿Cómo se extinguieron los mamuts?
Esta pregunta ha traído de cabeza a gran parte del mundo de la ciencia ya que no existía un consenso sobre cuál era la causa de la desaparición de esta especie.
Te presento las diversas teorías acerca de la extinción del mamut:
Un cataclismo: Al igual que ocurrió con los dinosaurios, se especuló si la caída de un meteorito hubiese podido producir el fin de esta raza. Ya está descartada.
Cambio de los polos del planeta: También se barajó como posible motivo, no obstante, esta hipótesis también está retirada.
Gran enfermedad
Esta teoría mantiene que una terrible enfermedad contagiosa podría haber acabado con los mammuthus. Según esta conjetura, la llegada del ser humano (con sus animales y su estilo de vida) habría introducido nuevas enfermedades en ese hábitat.
Esos nuevos virus habrían alcanzado a los mamuts, y estos se lo propagaron los unos a los otros.
Es importante mencionar que no existe ninguna prueba que avale esta hipótesis, ya que en ninguno de los restos encontrados se ha hallado una muestra que avalase esta idea.
El ser humano
Sí, nuestros tatatatarabuelos (habría que añadir algún «tatata» más) tuvieron el privilegio de coexistir con estos animales prehistóricos.
Una de las teorías que más se ha mantenido es que el ser humano fue el causante de la desaparición de los mamuts. Los humanos dedicados a la caza del mamut de forma masiva, habrían conseguido que, poco a poco, se extinguiera la raza.
Los detractores de esta hipótesis mantienen que aunque los seres humanos hubiesen cazado de forma intensiva, no habría sido suficiente como para extinguir una raza.
También ayuda el hecho de que aunque el ser humano fuese armado con lanzas, cazar a especímenes de varios metros y con unas 6 toneladas de peso, precisamente, no debía ser fácil.
Cambio climático
El clima de La Tierra sufrió un cambio drástico. Las condiciones climáticas idóneas para los mamuts eran las del frío y el hielo. Estas favorecían a que no apareciesen árboles, pero sí un tipo de vegetación ideal para la alimentación de los mammunthus.
Con el cambio climático, el tiempo se volvió más cálido y más húmedo. Estas nuevas condiciones habrían favorecido la aparición de los árboles, o lo que es lo mismo, la reducción del alimento para los mamuts.
Muchos científicos avalan esta teoría y dan con ella cerrado el debate. En cambio, otros postulan que sería la combinación del cambio de temperatura, con la caza por parte del ser humano el auténtico motivo.
Una nueva teoría sobre la desaparición aparece en 2015
Un equipo de paleontólogos de la Universidad Estatal de Tomsk (UET), Siberia, introduce una teoría sobre el motivo de la extinción de los mamuts.
La desaparición se debería a un problema metabólico que afectó de forma radical a sus esqueletos.
Al parecer, los ejemplares que estudiaron este grupo mostraban en sus huesos y cartílagos unos trastornos muy graves. De hecho, uno de los científicos afirmaba que «las superficies articulares de los huesos de las extremidades de algunos ejemplares, no solo están afectadas, sino prácticamente destruidas».
Este problema metabólico hacía que los mamuts no pudiesen asimilar los minerales, generando una degradación en sus huesos muy fuerte. Sería igual que una osteoporosis, sus huesos cada vez eran más y más débiles.
Esto provocaba que las roturas de huesos fueran muy habituales, dejando al mamut indefenso frente a otros animales.
Según el científico, Serguéi Leschinski, este fallo metabólico también se vio agravado por el cambio climático. La falta de alimento aumentó la carestía de minerales en el organismo de los mamuts.
Cuándo se extinguieron los mamuts prehistóricos
La extinción de los mamuts no se dio en unos días. Se valora que el proceso de desaparición empezó hace unos 20.000 años.
Los últimos mamuts que existieron vivieron hace 4.000 años en la isla de Wrangel, en el Ártico. Por tanto, el mamut tardó unos 15.000 años en extinguirse.
Pero… lo que a lo mejor no sabes es que hay personas que afirman que todavía siguen existiendo mamuts vivos.
Y si los mamuts todavía siguiesen vivos…
Hace tan solo unos años, en el 2012, el periódico británico The Sun publicaba que se había encontrado un mamut vivo en Siberia. De hecho, se publicaba un vídeo junto a la noticia donde se veía, en medio de un río, a un mamut.
La verdad es que las imágenes estaban muy borrosas y no se aprecia bien al animal. La farsa no duró mucho ya que poco después se demostró que todo era un montaje.
Sin embargo, hay muchas personas que afirman que en las zonas más inhóspitas de Siberia, todavía podrían seguir viviendo mamuts.
De hecho, no son pocos los casos en los que distintas personas han afirmado que han visto a un mamut lanudo.
Aunque la historia más increíble sobre mamuts vivos ocurrió en 1920. Un cónsul francés llamada Gallon vivía en Vladivostock. Un buen día, conoció a un cazador que había estado varios años en plena taiga.
El cazador transmitió a Gallon lo siguiente:
En plena caza, encontró una enorme huella grabada en el barro. De unos sesenta centímetros de largo y unos 45 de ancho. Además, percibió que no era redonda, sino de forma ovalada. Encontró las huellas de las cuatro patas, el primer par a una distancia de unos cuatro metros de las segundas.
El rumbo giraba hacia un bosque. En su camino percibió un montón de estiércol con restos de vegetación (no era un animal carnívoro) y que había ramas rotas a una altura de unos tres metros.
Durante unos días siguió el rastro, hasta que en medio de unos árboles lo vio. Un enorme elefante con grandes colmillos blancos y muy curvos.
Su escopeta, preparada para osos, no habría sido capaz de matar a espécimen de semejante tamaño. El cazador decidió retirarse y volver al cuartel. Según Gallon, el cazador lo que había avistado era un mamut. (Historia extraída del libro Tras la pista de los últimos Mamuts. Vicente Vázquez Hernández)
Los cazadores de mamuts
Cómo cazaban en la prehistoria nuestros antepasados para conseguir atrapar a un animal se semejante tamaño cuando solo contaban con lanzas y piedras
No sabemos con seguridad como nuestros antepasados cazaban mamuts, pero si existen teorías de cómo podían hacerlo.
Una de las opciones es que incitaban a los mamuts a ir hacia barrancos o pantanos para que allí quedasen atrapados. Ya ahí, les era más sencillo matarles.
Otra teoría era que los hombres prehistóricos cavaban enormes agujeros. En ellos, colocaban lanzas con las puntas hacia arriba y luego, tapaban el agujero con ramas y hojas. Al igual que antes, engañaban al mamut para que se dirigiese a la trampa y cayese en ella.
Otros estudios, aseguran que se domesticaba a los perros para que ayudasen a los cazadores de mamuts. Los perros a base de ladridos y gruñidos asediaban al mamut hasta que lo dirigían a la trampa.
Además de la carne, aprovechaban los huesos y la piel. Con los huesos fabricaban armas y guardan pinturas en su interior. También es probable que los más grandes los usasen como estructura para las chozas.
La grasa servía para fabricar las pinturas y poder crear fuego.
El doctor que considera que acaba de hacer un gran descubrimiento paleontológico avisa a todas las autoridades científicas. En cambio, cuando llegan el mamut ha desaparecido. Todos toman al doctor por un loco.
Días después, el doctor que sigue buscando por el bosque a su mamut perdido, escucha ruido. No muy lejos de allí hay una cabaña y ese ruido, era el ruido de una sierra eléctrica. Un abuelito estaba despezando al mamut y metiéndolo en el congelador.
«¿Descubrimiento palentológico? Que bah, lo que es que está muy bueno. Ya me he comido unos cuantos»
¿Es posible crear un mamut clonado?
No son pocas las veces que se ha especulado si era posible clonar un mamut. La realidad es que las bajas temperaturas de Siberia han permitido encontrar a muchos mamuts congelados. Algunos enteros y perfectamente conservados.
Este estado de conservación tan alto ha permitido a la ciencia estudiar el ADN de los mamuts. Con lo que abrió el debate: ¿es posible clonar un mamut?
La teoría sobre cómo hacerlo es la siguiente. El experimento consistiría en extraer una cadena de ADN entera del mamut y fusionarla con un óvulo de elefante asiático. Después del periodo de gestación, 4.000 millones de años después, un nuevo mamut pisaría a la Tierra.
Todas estas teorías animaron a varios científicos el reto de conseguirlo.
Pero la práctica nunca es tan sencilla como la teoría. Conseguir extraer una cadena de ADN entera y de calidad no era tan sencillo.
En 2008 se vuelve a abrir el debate. Un equipo japonés de investigación consigue clonar un ratón que había estado congelado 16 años. El éxito residía en que habían descubierto que en unas células nerviosas del cerebro el ADN no se daña a pesar de los años en congelación.
Por tanto, el primer escollo está salvado.
Sin embargo, la gestación también podía traer problemas. Se entiende que el período de gestación en los mamuts es igual que el de los elefantes, pero no hay certezas. Si durase más la hembra de elefante podría sufrir.
También, hay que tener en cuenta que el mamut era más grande de lo que es un elefante asiático. ¿Sería capaz la elefante de alimentar a la cría?, ¿sufriría en el parto? También, se barajaba la posibilidad de que aunque todo fuese bien la elefante rechazase a la cría o que la propia leche no sirviese para el mamut.
Por otro lado, algunos científicos plantean si es ético traer de nuevo a un animal cuyas condiciones de vida ya no existen en la actualidad.
Hace pocos años se reabría de nuevo el debate. Se acababa de encontrar en Siberia los restos de Yuka, una cría de mamut de unos diez años. Jamás se había encontrado a un mamut en tal estado de conservación. Conservaba hasta parte de su pelaje.
Desde luego, no sabremos cuándo, pero parece que la Ciencia se acerca cada vez más a crear un Jurassic Park en la realidad.
Ahora dime tú, ¿te gustaría que el mamut prehistórico, el gigante de las nieves, volviese a la vida?
Aquí nos despedimos, aunque sin duda podríamos alargar este artículo mucho más y seguramente habrán cosas que pede que se nos hayan pasado. Para ello, te dejamos con un documental del mamut realmente completo y con el que aprenderás un montón de cosas acerca de este animal prehistórico
Aún con ganas de más? No te preocupes, a continuación te dejamos con un vídeo con mucha más información sobre el mamut prehistórico:
GRACIAS
es muy buena imformacon….pero no tiene las costumbres de los mamuts
pero igual gracias 🙂