Evolución de los vertebrados – Origen de los reptiles

Cuando los peces salieron a medio terrestre y radiaron a los anfibios, éstos no se encontraron con una tierra llena de vegetación, sino que ya estaba en su gran parte conquistada por invertebrados.

El período Carbonífero (comienzo hace 415 millones de años – fin hace 290 millones de años) es famoso no solo por ser el más largo temporalmente hablando, sino porque la tierra estaba plagada por bastos bosques de coníferas que podían alcanzar hasta los 40 metros de altitud, gracias a que la humedad y el calor de este período era bastante más alta que la actual.

CLIMA DEL CARBONÍFERO Y EL EFECTO SOBRE LOS ORGANISMOS

Esta humedad y calor elevado estaba a la par con la concentración de oxígeno en el aire, que también era muy elevada. Esto permitió varios rasgos en los grupos tanto de invertebrados como de vertebrados.

En los invertebrados, la característica principal es que eran descomunalmente grandes, podían llegar a medir varios metros de longitud.

En el grupo de los vertebrados permitió que los anfibios pudiesen pasar más tiempo fuera del agua, ya que la humedad y concentración de oxigeno permitía que su piel se secase menos y que el intercambio gaseoso fuera más fluido.

Pero en este período, gracias a que los anfibios pudieron mantenerse más tiempo fuera del agua, pudieron volverse más terrestres y con ello desarrollar una serie de adaptaciones que les permitiese ser más independientes del agua: surgieron los reptiles.

Los reptiles tienen una serie de características que les permite adaptarse mejor al medio terrestre. Una de las diferencias más visibles con respecto a los anfibios es su piel recubierta por escamas. Estas escamas impiden que el calor se escape del cuerpo además de protegerlos contra la radiación solar mejor que la fina capa de piel de los anfibios.

Otra de las grandes adaptaciones que introdujeron los reptiles fue en la reproducción. Los anfibios colocaban los huevos en el agua, y en ella las larvas iban creciendo hasta llegar a un estado adulto lo suficientemente grande como para dejar de ser una presa fácil. En los reptiles, los huevos desarrollan una cáscara que les protege de la radiación y los mantiene protegidos, además de que las crías al nacer ya pueden valerse por sí mismas, me refiero a que están preparadas para correr y alimentarse de animales de menor tamaño hasta conseguir el tamaño idóneo para dejar de ser una presa fácil.

La última gran adaptación que se introdujo con el grupo de los reptiles fue en el sistema circulatorio. Se pasó de un sistema circulatorio sencillo, en el que una vena del resto del cuerpo al corazón y una aorta salía dirección al resto del cuerpo, a un sistema circulatorio más complejo en el que primero se iba a los pulmones, se hacia el intercambio gaseoso, se volvía al corazón con la sangre cargada de oxigeno y se distribuía al resto del organismo. Este sistema consta de un “fallo”, y es que el corazón no está separado en dos ventrículos sino que la sangre oxigenada sufre una mezcla con la no oxigenada antes de repartirla al resto del organismo, lo que supone una pequeña desventaja.

Pero eso fue el comienzo para que los reptiles comenzaran a desplazar a los invertebrados, a conquistar el medio terrestre y, en un futuro, a dominarlo. Pero eso, queridos lectores, es otra historia.